Mutación Eumo, pastel y topacio en el canario agata

En los últimos años, la aparición de las nuevas mutaciones topacio y eumo en la canaricultura de color ha provocado cierta confusión entre los aficionados, e incluso entre muchos jueces, debido a las grandes similitudes entre estas dos mutaciones con la ya existente pastel.

Los ejemplares ágata son los que más problemas ofrecen y, a la vez, los que más atención han despertado en los criaderos de todo el mundo, por lo que intentaré en este artículo aclarar algunos conceptos básicos.
La dificultad en la distinción entre estas tres mutaciones se debe a la aparición de sujetos de características intermedias, probablemente debido a cruces inapropiados y a una selección no muy correcta debido a la situación novel de topacio y eumo, unido todo ello a la incorporación del factor de refracción.

Los canarios ágata eumo presentan una diferencia básica respecto al topacio y al pastel, ya que el eumo presenta su ojo en una tonalidad que va del rojo al granate (dependiendo del grado de oxidación de sus estrías) debido a una dilución del iris. Además, el dibujo melánico es también más reducido (centralización de la melanina en la pluma), y las estrías se presentan en tonos que van desde el gris-beige al gris oscuro. Para marcar las pautas, se ha optado por ir seleccionando los ejemplares que presenten sus melaninas en la tonalidad gris oscura.

Según marca el estándar de nuestra Comisión Técnica de Color, el canario ágata pastel deberá presentar melanina centralizada y dispersa, lo que provoca un ligero emborronamiento del diseño estriado. Su dibujo debe ser de un tono gris perla y el subplumaje de color gris.

Por su parte, el ágata topacio deberá presentar una aureola de dilución más clara que el ágata pastel, ya que el factor topacio no debe presentar melanina dispersa. Así, el espacio entre las estrías debe ser más luminoso que en el caso del pastel, aflorando el lipocromo. La tonalidad del dibujo melánico en el caso del topacio debe seleccionarse hacia la tonalidad gris oscura y con un subplumaje negro esclarecido. Una característica singular e importantísima de estos ejemplares es la de presentar el raquis de todas sus plumas completamente diluido.

Al tratarse de ejemplares ágata, el dibujo melánico debe ser fino, estrecho y entrecortado en las tres mutaciones, siguiendo las mismas pautas que se marcan para el ágata clásico, aunque con las características propias de cada mutación.
Los ejemplares ágata eumo son más fáciles de detectar debido a esa particular dilución del ojo, pero a menudo aparecen numerosas dudas entre ejemplares pastel y topacio, por lo que debemos seleccionar nuestros ejemplares en la dirección que marca el estándar de la. Los ejemplares que se ajustan al estándar no generan problemas para su identificación, pero existen todavía numerosos pájaros que no son ni pastel ni topacio, lo que provoca su castigo en los concursos o incluso, dudas al juez.


Debemos conocer perfectamente las diferencias entre ellos para mejorar en la selección de nuestro aviario y ayudar en el asentamiento correcto de estas variedades.
Espero que estas líneas sirvan de ayuda para quienes trabajan con estas interesantes variedades y para quienes se animen a hacerlo en un futuro.